¡Es que pasar momentos distanciados es difícil para tod@s! Por eso, queríamos darte una mini guía que prepare a tu mascota en las horas sin compañía.
La ansiedad por separación no solo es la tristeza de ver salir al cuidador, sino que es un problema conductual. Esto se genera cuando la mascota, que ha estado acostumbrada a pasar la mayor parte del tiempo con sus tutores y debe estar sola; comienza a tener ladrido excesivo, aullido y o quejidos, temblores y jadeo, destructividad sobre puertas, ventanas, paredes, muebles y objetos personales o muy utilizados por su dueño; defecación inadecuada en varios sitios dentro de la vivienda. En algunos casos más graves hipersalivación, vómitos, diarrea, taquicardia, temblores, dermatitis por lamido excesivo y bulimia.
Los perros son animales sociales que por naturaleza prefieren la compañía de su manada a la soledad. Cuando los propietarios adoptan el cachorro pasan a ocupar el lugar de la madre natural y si establecen un vínculo afectivo muy intenso, prolongan el vínculo maternal durante el resto de su vida por no producirse el desapego natural, estableciéndose un hiperapego. Cuando esto cambia, se produce una ansiedad.
Si bien el pronóstico es bueno, el tratamiento debe ser guiado por un etólogo (médico veterinario especialista en conducta), más aún si por la pandemia y confinamiento estuviste muy cercano a tu mascota.
El primer consejo es fijar los horarios, por ejemplo, los de salir a pasear y los de juego, crea una rutina de paseos antes de irse a trabajar y después de la hora de llegada del mismo. Lo mismo al jugar: establecer un horario de juegos que siempre se realice cuando el tutor ya esté en casa, así su rutina diaria no se verá tan alterada.
También es importante enriquecer el ambiente, o sea, incorporar estímulos en el espacio, como los juguetes de ingenio: ponerle premios dentro de botellas agujereadas, en las que el perro debe encontrar la manera de sacarlos; tener alfombras olfativas, donde busca y encuentra alimentos; cosas para roer, como huesos o juguetes diseñados para eso y también música para relajarse.
Además, puede ayudar mantener prendida la televisión: tener ese sonido constante y sin altibajos, sirve para apaciguar ruidos externos, como bocinas de autos, ladridos de otros perros, timbres o puertas de vecinos, etc., con los que algunos perros se ponen ansiosos.